sábado, 6 de abril de 2019

Cuartos de final Euroliga 2019

Fenerbicha - Zalgiris.

El equipo lituano ha pegado un acelerón en el tramo final de la liga regular, consiguiendo la machada de dejar fuera del cruce de cuartos al Olympiacos y ocupar su lugar. Ahora bien, el nivel de esta campaña está aún lejos del que mostraron la temporada pasada, en la que llegaron a la Final Four dirigidos por un Jasikevicius extraordinario desde el banco. Todo lo que no sea un 3-0 o 3-1 para la Fenerbicha me parecerá un sorpresón.

CSKA - Baskonia.

Todas las apuestas daban como claro el enfrentamiento entre vascos y madridistas, pero finalmente los anfitriones de la Final Four tendrán que jugarse su presencia en Vitoria (a ver si puedo ir, que me pilla cerquísima) contra el equipo del ejército ruso. Aquí también pronostico un 3-0 o 3-1 para los favoritos.

Real Madrid - Panathinaikos

El Pana es el equipo más en forma de Europa en las últimas jornadas. También estaba fuera de los puestos de play-off hasta su sprint final. No obstante, yo hubiese seguido dando como favorito al Madrid hasta la noticia de la lesión de Llull, que se perderá todos los encuentros de la serie, según dice la canallesca. Llull no está jugando bien este año, su especial protagonismo en los partidos no es bueno para el juego del equipo, pero sus puntos y sus rachas son un arma fundamental. Por si fuera poco, no tenemos más bases que un reventado Campazzo, que ha perdido la brillantez a cuenta de jugar minutos y minutos. Habrá que reinventar a Causeur o a Rudy, o tirar de un hasta ahora decepcionante Prepelic, que tampoco es uno. Gris oscuro pinta, apuesto por un 3-2 pero no me atrevería a decir para qué lado caerá.

Anadolus Efes - Barcelona

Más allá de la anécdota de que los dos equipos que han acabado quintos en las temporadas anteriores han sido a la postre los campeones del título, la posibilidad de que el Barcelona de Pesic termine siendo el tapado de esta edición cobra cada día más fuerza a mis ojos. Una defensa durísima y una capacidad de exprimir a sus jugadores por encima de lo que pueden dar convierten a los culés en un equipo peligrosísimo. Todos suman, cada uno en su papel. Mi pronóstico es que rompen el factor cancha del Efes y que se meten en la FF por 1-3. Solo pido a Tutatis que la cosa se quede ahí. Una euroliga barcelonista es algo que me sentaría realmente mal. 

miércoles, 13 de marzo de 2019

La segunda venida

"Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: ―Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse."
Hechos de los Apóstoles 1:10-1

miércoles, 6 de marzo de 2019

Se acabó la temporada

El Madrid no admite término medio. O gana en el último suspiro, sin hacer prisioneros, arrasando la salud mental de sus enemigos, o se autodestruye completamente sin asidero al que agarrarse (recordemos que carecemos de un relato literario que, aunque falso, nos sirva de premio de consolación; no podemos esconder nuestras miserias bajo el manto de ninguna fantasía que tome cuerpo de nación o clase social). La gloria o el desastre.

Tiene su lado positivo. Su condición de inaplacable nos rejuvenece cada año. Un eterno retorno de inconformismo que nos impide descansar pero que nos aporta la certeza de que el año que viene volveremos. Y eso, queridos, es una bendición. 

Mientras nos recuperamos, agradezcamos lo bueno que este ciclo nos ha dado, nacido en Lisboa en mayo de 2014 (coincidiendo el subidón de Podemos en las europeas del día siguiente), repleto de éxitos (como los 71 escaños de la izquierda española en el Congreso, algo inédito en la historia de la democracia), y en 2018-19 fenecido (como Podemos, en crisis de estertores, con el fascismo a las puertas del Parlamento).

Entre tanto, banquemos al equipo de baloncesto. Que nos sirva de dique contra la oscuridad que se avecina en forma de Abascales y equipos rivales de mediocre propuesta, dirigidos funestamente (if you know what I mean). Y recordad que, al amanecer del quinto mes contando desde hoy, deberemos mirar al este. 

sábado, 23 de febrero de 2019

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad

La reflexión que marca la vida de Peter Parker es un ejemplo de ese tipo de verdades que parecen ridículas de puro simples. El atisbo de amenaza (de momento velada, únicamente un globo sonda fabricado a base de filtraciones) por parte del Real Madrid de abandonar la ACB si ésta hace no sé sabe bien qué en concreto (¿un reconocimiento aún más explícito del desastre arbitral del domingo pasado? ¿un acto de contrición?) hace que el club de mis amores no esté, en esta ocasión, a la altura de los valores del héroe de mi infancia.

Los hechos ya los expuse en el anterior post. La jugada del rebote otorgado como canasta legal no tiene justificación ni comparación posible. Allá muevan feroz guerra ciegos periolistos: tratar de diluir el tremendo error con la antideportiva no señalada de Randolph a Singleton supone un patético forofismo propio de un futbolero, léase el adjetivo en su sentido más peyorativo. Antideportiva ésta, por cierto, más difícil de ver -por la mala colocación del árbitro lateral- que la falta a Taylor que nos arrebató la final de 2018; o no digamos ya que las otras ilegalidades del Barcelona en los últimos minutos de la final de este año: Pesic paseando por la pista sin que le cobren técnica o Kuric corriendo por fuera de la pista para recibir el balón antes de asistir a Tomic (si le dejasen hacer eso a Carroll cunado efectúa el carretón paralelo a la línea de fondo en lugar de tener que comerse las hostias rivales día sí y día también, nuestra ametralladora triplista de Wyoming acabaría con 35 puntos cada partido). Situaciones, todas ellas, frecuentes en multitud de encuentros, y por ende cualitativamente diferentes a la última de la moviola. Estos son, insisto, los hechos fríos y objetivos: la jugada mal videoarbitrada es un mojón de proporciones bíblicas, incomparable a los errores habituales del baloncesto.

Dicho lo cual, la reacción del Madrid es de una sobreactuación tal que me hace enrojecer. Suponer que hay algo más que mala suerte en constituirse, por desgracia, en el receptor del destrozo y no en el favorecido, implica una convicción que, me temo, no se sustenta en la realidad. Para los que llevamos toda la vida viendo basket, este tipo de extraordinarias acciones no pueden sino aguantarse con estoicismo. Solo así podremos mantener la cabeza alta si caen de nuestro lado en un futuro. Y aunque eso no sucediera, emplear el indiscutible poder mediático para presionar a la competición, por chapucera que ésta sea, tiene un aroma a chantaje desproporcionado. Las quejas donde procedan, y en su justa medida, no jodamos. Como dicen los franceses, toute proportion gardée.

Que la muerte de Stan Lee hace unos meses no nos haga olvidar sus enseñanzas.

martes, 12 de febrero de 2019

La hora de la verdad

Toda la trayectoria ascendente del Madrid de Solari, todos sus aciertos, todos sus errores, todas sus contradicciones, toda su posible gloria, todo su previsible fracaso, todo, en fin, cuanto rodea al equipo blanco deja de tener importancia, languidece inexorablemente ante la presencia de la Competición (escrita así, con mayúsculas), que ya no es un horizonte lejano para el que prepararse o ante el que angustiarse, sino que al fin está aquí. Ahora da igual Keylor que Courtois, Marcelo que Reguilón, Casemiro que Llorente, Modric que Ceballos, Vinicius que Bale, Isco que cualquiera. El Madrid nació para esto y, justo o no, su rendimiento en este torneo marcará su temporada. Ya hay sabandijas que han pasado de denominar al Ajax como el equipo revelación del curso europeo 2018-19 a una banda sin nada valioso que ofrecer. No resulta nuevo, pero es irrelevante. El Madrid compite siempre, por encima de con los demás, consigo mismo, y solo cuando es capaz de dominar las corrientes autodestructivas siempre presentes en su seno, se alza y triunfa.

Veremos si este año sucede, o no.

jueves, 7 de febrero de 2019

Quien perdona lo paga

Empezó el Madrid muy serio y concentrado, con la conexión Vinicius-Benzemá como puntal ofensivo. Pese a lo cual, el gol tempranero lo acabaría metiendo Lucas Vázquez. El Barcelona parecía despistado, y en los 25 primeros minutos el Madrid pudo colocar alguna puntilla inesperada (probablemente ni los propios madridistas se esperaban el escenario que se avistaba por momentos). Sin embargo, Vinicius culminó las jugadas para el 0-2 de manera atropellada, y poco a poco los culés se fueron rehiciendo.

El Barcelona tomó el balón, y el Madrid se aprestó a defenderse, aunque presionando arriba. Afortunadamente, la banda de Jordi Alba no era la autopista del encuentro de liga, pues Lucas se mataba a ayudar a Carvajal, y las carreras del canterano suponían de alguna manera la metáfora del partido. Con el paso de los minutos la presión alta del Madrid se fue agotando, y se llegó al descanso después de un período de achicar agua en el que Kroos, que constituía el único faro del mediocampo, veía pasar más balones por arriba de lo adecuado.

En la segunda parte, la banda de Marcelo, que ya había sido explotada por Malcolm en el primer tiempo, se convirtió directamente en un coladero. Vinicius hubo de transformarse en un Lucas Vázquez por la izquierda, pero no fue suficiente. Malcolm consiguió el empate tras un poste de Suárez, en una jugada que condena a Marcelo por su trote cochinero infame. Se perdonan los errores pero no la actitud en este tipo de eliminatorias.

Se lesionó el hiperactivo Llorente y entraron Arturo Vidal, Messi y la regleta de Cardiff, cambiando la obra de protagonistas. El FCB perdió algo de fuelle y el Madrid se volvió a estirar, consiguiendo una última ocasión de oro que Bale, sin portero, no atinó a marcar de forma vergonzosa. Quedó todo para el Bernabéu. Habida cuenta de la cantidad de goles que suele marcar el conjunto azulgrana, ningún madridista puede estar del todo contento con el resultado de hoy. Pero es lo que hay. 

viernes, 1 de febrero de 2019

Yo, pecador

"Yo pecador, me confieso a Dios todopoderoso, a la bienaventurada siempre Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los Santos, y a vos, padre, que pequé gravemente con el pensamiento, palabra, y obra, por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa; por tanto, ruego a la bienaventurada Virgen María, al bienaventurado San Miguel Arcángel, al bienaventurado San Juan Bautista, a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, a todos los Santos, y a vos, padre, que roguéis por mí a Dios Nuestro Señor".

domingo, 27 de enero de 2019

Morata, Peter Parker y la saga del clon

Siempre hubo una sobreactuación excesiva al calificar a Morata como nuestro Peter Parker. Esa cara de pipiolo pardillo que parecía no enterarse de nada venía al pego para el mote, pero lo cierto es que su personalidad introvertida y ligeramente apocada permitía solo una identificación superficial. Ese aire de simpático loser canterano escondía un orgullo y una ambición (me cuentan que en el terreno personal salpicada de arrebatos de ira infantiles) que poco casaban con el neoyorkino de ficción más famoso. Por mucho que yo me empeñase en encajar el jugador en la postal, Morata nunca fue del todo "uno de los nuestros". O no por mucho tiempo.

En la época de los 90, el personaje de Peter Parker se había casado en los cómics, lo cual le daba una apariencia de treintañero maduro (hasta entonces la edad del personaje siempre permanecía en una juventud indeterminada para atraer al público lector de tebeos, mayoritariamente situado en la adolescencia y los veintitantos) que, según los guionistas y responsables, lastraba las posibilidades comerciales de Spiderman. De modo que idearon una historia según la cual el Peter Parker esposo de Mary Jane no era el auténtico, sino un clon creado por un enemigo del trepamuros que lo había suplantado involuntariamente (el clon creía verdaderamente ser el Parker original) y se había casado con la pelirroja más famosa del Universo Marvel. Con la reaparición del Peter genuino, perdido en el ostracismo durante años, tenían al personaje nuevamente soltero y dispuesto a correr nuevas aventuras sin una mujer al lado con el anillo, que envejece mucho.

¿Rocambolesco? No menos que la historia de Morata con el Madrid y el Atleti. Resulta que el Álvaro madridista no existió, sino que se trataba de un impostor, y ahora aparece el auténtico, de corazón rojiblanco desde la más tierna infancia. Al final, el Morata merengue no era el Peter Parker al que yo aludía cuando cariñosamente me refería a él, sino que ha resultado el clon que protagonizó una de las peores líneas argumentales de la historia de los cómics del Lanzarredes. Como consuelo, al menos puedo afirmar que tampoco fui muy desencaminado con mi bautizo verbal. 


PD: al final se descubrió que el Peter original era el casado con MJ; el nuevo era, sin saberlo, el auténtico impostor, y terminaría asesinado por el Duende Verde salvando la vida de su querido mediohermano. ¿Cuál será el Morata auténtico: el madridista o el atlético? Me temo que nunca lo sabremos.

lunes, 21 de enero de 2019

Copa del Rey de baloncesto 2019

REAL MADRID: Estamos jugando al trantrán en ACB y bastante más sólidos en Euroliga. ¿Cartel de favoritos? Puede, pero desde luego no los únicos. El rendimiento de Llull no es el mismo después de la lesión (pero su autoconfianza y abuso de balón sí, ay), y Campazzo algún día morirá reventado después del sobreesfuerzo al que le sometemos por no tener un tercer base. El juego interior y los aleros están rindiendo muy bien. 

BARCELONA: Muy sólidos desde la defensa dura y sin contemplaciones, pero esta vez con fichajes que, este año sí (tras comprar seiscientos quince jugadores en las últimas temporadas, fracasos la mayoría de ellos), están aportando cosas positivas. En las competiciones domésticas están muy fuertes. Creo que son al menos tan favoritos como nosotros, y nos pueden dar un buen disgusto.

BASKONIA: El tercero en discordia del trío de favoritos. Cierto es que en los momentos clave de los duelos contra los rivales directos está fallando, no se sabe si por ansiedad o por qué otro motivo. Aunque todos sabemos que a tres partidos, un equipo con el potencial vitoriano resulta terrible. La baja de Shengelia puede que acabe antes de la Copa, pero no me parece algo tan decisivo. 

RESTO DE EQUIPOS: El Valencia se puede cargar a cualquiera en una tarde buena de Dubljevic y compañía, pero no lo veo con solvencia suficiente como para encadenar tres resultados satisfactorios frente a los tres grandes, de ahí que lo coloque un poco por debajo. Aunque si tiene un sorteo beneficioso… El Unicaja no está entre los cabezas de serie y llega bastante pocho, lo normal sería que cayese en primera ronda, veo incluso mejor al Tenerife. El Joventut está jugando muy bien y, como madridista, me pediría a los pijos de la calle Serrano para vengarnos de su victoria en liga, gracias a la cual están muy crecidos.

Que vuele el balón.

lunes, 14 de enero de 2019

El 5-3-2

Hay una frase de Spengler, bastante alabada en ambientes bélicos, que reza que cuando la civilización está verdaderamente amenazada siempre es un pelotón de soldados quien la salva en el último momento. Trasladada esta sentencia al mundo del fútbol, su potencial pretendidamente poético puede servir para justificar la presencia del autoritarismo y la mano dura dentro de la solución posible a los problemas de un equipo a la deriva. Habida cuenta de los aires actuales que impregnan a la sociedad, no se nos haría del todo descabellado imaginar a Mourinho entrando a caballo en el Bernabéu como si de Abascal se tratase.

Bromas aparte, puede que el pelotón de soldados tenga un sentido menos literal que la pura identificación con la testosterona militar. Puede que, en nuestra metáfora, esa disciplina castrense pueda identificarse con un sistema que arrope al conjunto y, sacrificando el preciosismo, recurra al pragmatismo de bajar al barro: los tres centrales. El 5-3-2 se ha asociado históricamente con planteamientos defensivos, y, aunque este apriorismo sea matizable, hace que encaje con la necesidad spengleriana que posee el Madrid de Solari, a la merced desde hace jornadas.

Opinen ustedes. ¿Es el pelotón del 5-3-2 el ancla que puede salvar a este conjunto? 

viernes, 4 de enero de 2019

Año nuevo, vida no tan nueva

Después del esperpento de anoche ante un esforzado pero paupérrimo Villarreal, pocas cosas positivas se pueden sacar. Ahora bien, hay algunas similitudes con la campaña del 2016.

-Cambio de entrenador a mitad de temporada, con asunción del equipo por parte de un ex, novel en Primera División, tras echar a un español con buenas intenciones al que no le salió bien la cosa.
-Goleados por un Barcelona sin Messi en el partido de la primera vuelta.
-Las ideas pintusianas al mando de la preparación física para la segunda vuelta = dinamita pa' los pollos.
-Empate lamentable en campo de rival inferior para empezar el año (Villamarín/Rosaleda vs Madrigal)
-No jugamos ni a la taba hasta ahora.

Se huele la Decimocuarta, amics.