viernes, 24 de agosto de 2018

Tres Copas de Europa después, el día D es en Girona

Esto es el Madrid, el eterno retorno a la casilla de salida.

Estoy de vacaciones, espero que para cuando vuelva no hayamos perdido la liga u otra truculencia similar.

lunes, 13 de agosto de 2018

Enésimo esperpento sevillista ante el Barça

Si nosotros tenemos al bálsamo de Dortmund para que nos alivie las penas cuando atravesamos un tramo de temporada renqueante, el Sevilla se ha convertido en el sparring perfecto para el Barcelona. Hoy, con un equipo azulgrana prácticamente en chanclas y con el bañador a medio cambiar, el partido que han perpetrado los hispalenses, una mezcla de miedo e impotencia, ha dado más pena que otra cosa. Lo que se suma a las últimas citas históricas del club andaluz contra los culés, que se cuentan, no ya por derrotas o incluso goleadas, sino por ridículos por uno u otro motivo.

Esto no es una crítica al Barcelona, por cierto. Al contrario, es de aplaudir la solvencia con la que despacha estos compromisos. Incluso cuando le quieren montar una milonga a cuenta del tema de los extracomunitarios, vendiendo que la Federación le estaba haciendo un favor imperdonable y que se trataba de un escándalo. Me tengo que mofar. En general, todo el tema administrativo de pasaportes (con sus plazos que a veces se aceleran y a veces se retrasan, con sus agentes consiguiéndolos de aquella manera en alguna ocasión, etc.) se me antoja una gilipollez que trata de ponerle palos en las ruedas a lo que a mí me gusta, que es el fútbol. Entiendo que tiene que haber unas normas, pero cuando se quiere recurrir a lo administrativo para conseguir réditos en lo deportivo (estoy pensando en la alineación indebida de Cherishev o cuando presionaron para quitarle 3 puntos al FCB por llegar 40 minutos tarde a Pamplona, y aquí estoy mezclando cosas diversas, lo sé), no puedo evitar pensar que quien acusa es un poco cutre o falto de grandeza. Sin ser sevillista, a mí se me caía la cara de vergüenza al escuchar a su presidente amenazar con impugnar el partido si el Barça usaba cuatro extracomunitarios. ¡Poniéndose la venda antes de la herida, asumiendo de manera lamentable la derrota de antemano! Para mí, lo que pasa en el campo es lo que importa, y agarrarnos a detalles de la norma administrativa (cuando hablamos de deporte y no de cosas más serias, ojo) me resulta hasta vergonzante. No me gustaría ganar nada así después de haberlo perdido antes en el terreno de juego. Pero en fin, cosas mías de madridista enloquecido. 

El Barcelona ganó andando a un asustado Sevilla, cuyo penalti fallado final supuso la perfecta metáfora de su desempeño cobardón en el encuentro. Felicidades al campeón, y a los rojiblancos desearles que tengan ese amigo que a las cinco de la mañana te aconseja en la discoteca para que dejes de perpetrar un ridículo tras otro.