miércoles, 19 de diciembre de 2018

Venganza contra el Kashima

El desconocimiento del fútbol japonés por parte de los europeos es total, excepción hecha de los dibujos animados de Oliver y Benji. Por eso en la final de 2016 nos sorprendimos tanto con el sufrimiento que el equipo nipón del Kashima provocó a todo un Real Madrid, que tuvo que vérselas y deseárselas para forzar una prórroga. Solo en el tiempo añadido el conjunto español pudo hacerse con el trofeo.

Este año, el Madrid se está mostrando aún más dubitativo que en la época de Zizou. Una plantilla cargada de complejos y con mil y un problemas, con un once titular con gente fuera de forma y sin confianza. El Kashima aquel nos hubiese dado un susto. Sin embargo, los japoneses actuales se limitaron a dos ocasiones claras en los primeros minutos del encuentro, para dejar de inquietar para siempre la meta del gran portero belga que nos hemos agenciado. El Madrid se fue desperezando más por deméritos rivales que por méritos propios (la primera parte fue, en realidad, lamentable y casi temerosa), y un desacertado Bale acabó afinando el punto de mira hasta conseguir tres goles. Como notas positivas, las aportaciones de Marcos Llorente (un titán comparado con el desempeño de Kroos y Modric, y según lo escribo me sigo asombrando de que así sea) y el enésimo gran partido fuera del área de ese futbolista estupendo que es Benzemá. Ausencio salió con actitud indolente y acabó lesionado. Isco no tuvo ni esa coartada, y Casemiro trotó algunos minutejos sobre el césped, a tiempo para su cagada habitual periódica, que costó el gol de la honrilla asiático.

La flor de Solari nos ha quitado al campeón de América de la final, y, aunque sean unos guarros, todo parece indicar que el Madrid superará a los del Al Ain. Se trataría de nuestro séptimo título intercontinental, otra cima al alcance de poquísimos. Porque este club, aun en sus horas más bajas, siempre encuentra ocasiones para seguir haciendo historia. Ojalá se cumpla el pronóstico.

domingo, 9 de diciembre de 2018

domingo, 2 de diciembre de 2018

El último dique contra el fascismo

El Real Madrid en horas bajas por primera vez en los últimos años y se produce el auge del fascismo. El que no lo quiera ver, que no lo vea. El último dique contra la barbarie.